Ayer fue publicada en la Gaceta del Senado de la República la iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General para la Regulación y Control de Cannabis, presentada por la senadora Olga Sánchez Cordero.
En ese texto se propone permitir desde la siembra hasta la venta de cannabis con fines lúdicos, así como fumarla en espacios públicos, a excepción de los espacios 100% libres de humo de tabaco.
La proposición también indica que la cannabis y sus derivados se delimitará a establecimientos específicos que venderán exclusivamente esos productos.
La propuesta de la futura secretaria de Gobernación contempla desde la siembra hasta el consumo de cannabis y sus derivados para fines personales, científicos y comerciales. También incluye la creación del Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis.
Según la iniciativa, se podrán cultivar hasta 20 plantas de cannabis para consumo personal en propiedad privada; sin embargo, la producción no debe sobrepasar los 480 gramos por año y el registro de las plantas. El cultivo también lo podrán realizar cooperativas.
Entre las prohibiciones que presenta la iniciativa está la de que los menores de edad no podrán participar en el comercio, distribución, donación, regalo, venta y suministro de productos de cannabis, así como manejar vehículos, equipo y maquinaria peligrosa bajo el efecto del THC.
También estará prohibida la publicidad para promover el uso de cannabis en medios de comunicación.
Según comentó el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, la iniciativa será presentada mañana debido a que se le harán correcciones de forma y de técnica legislativa, no de fondo.
Razones
En la exposición de motivos, la senadora destaca que “la política de persecución a nivel federal y estatal de los delitos en contra de la salud, de narcotráfico y narcomenudeo, han (sic) visto el aumento sin precedentes de la violencia en todo el país”.
Asimismo, señala que “la política prohibicionista ha traido (sic) la criminalización de un sector muy grande del país sólo por actividades relacionadas a la cannabis de bajo impacto”.
Sin embargo, advierte el texto, con la prohibición, “lejos de inhibir el problema, se ha registrado un incremento en la actividad de las organizaciones criminales derivada del mercado estadounidense e incluso un aumento considerable del consumo interno de cannabis y otras drogas”.
Sobre la sustancia THC, añade el texto, “no solamente los efectos negativos del THC han resultado ser menores de los que comúnmente se creía por prejuicios infundamentados. Sino que existen efectos beneficos (sic) que también se han demostrado científicamente”.
La senadora y próxima titular de la Secretaría de Gobernación propone un modelo de regulación legal estricta, “es decir, el punto medio entre prohibición absoluta y el libre mercado”.
En la parte de la justificación, la legisladora apunta que el Estado tiene dos obligaciones: “por un lado, respetar la autonomía de las personas y por el otro, la de evitar que dicha autonomía afecte a los demás”. Por ello es necesario que el Estado intervenga en el mercado de cannabis con una regulación que prevea información, estándares mínimos, monitoreo, verificación y evaluación.
arm