Político de café con leche

El debut electoral de Agustín Basave como dirigente nacional del PRD fue de tormento: perdió antier el registro en Colima.

La verdad es que el PRD, sin Basave en la capitanía, lo había perdido también en la elección ordinaria, que fue anulada, lo cual era bueno para este académico que juega a hacer política: si recuperaba el registro podía demostrar a su partido tener talento para el cargo.

Vamos, algo así como Manlio Fabio Beltrones, quien como presidente del PRI también encontró su estreno electoral el domingo en Colima. Sólo que al PRI, sin Manlio, le fue anulado el triunfo por 503 votos. Sin embargo, con Manlio, ganó por más de diez mil.

Pero Manlio es político profesional: va sacando su objetivo como dirigente (12 candidaturas de unidad y van ocho, con Aguascalientes, Tamaulipas, Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Tlaxcala, Veracruz mientras el de Basave (alianzas con el PAN) quedó en cuatro de ocho que planteó.

Los primeros resultados del PRD están demostrando a Basave y sus valedores (Los Chuchos) que la improvisación en el liderazgo les costará cara, porque “hacer política” es muy diferente a “hablar de política” en los salones y “arreglar el país” tomando café crème con amigos en la Condesa.

Y Basave es un político de café con leche (que eso es al fin y al cabo el café crème, por mucho que la radical chic a la que pertenece Basave le cambie el nombre) a quien el fin de semana no le supo precisamente a café crème:

—En la elección extraordinaria de Colima el PRD no logró ni el dos por ciento, cuando la ley electoral exige el tres por ciento para mantener el registro, y terminó con 1.87 por ciento.

—El coordinador de la Comisión Electoral del PAN, Santiago Creel, anunció que su partido tampoco irá en alianza con el PRD en Tlaxcala: “Tenemos una candidata fuerte en Adriana Dávila, que va arriba en las encuestas”.

En lugar de “hacer política” para conseguir sus objetivos como dirigente del PRD, Basave sigue, en cambio, “hablando de política”, recordando que después de una relectura de Maquiavelo descubrió que el poder no es comedido, sino expansivo por naturaleza.

Pues en eso se entretienen los académicos que ven la política como un sucedáneo de sus reuniones de café con leche, como Pablo Iglesias, el jefe de Podemos, quien aspira a gobernar España por la vía democrática, aunque expresa la estupidez de que “el poder nace de la boca de los fusiles”.

Basave también rechaza la democracia, en realidad. Porque la entiende sólo si “el PRI-gobierno” no está en el poder. Únicamente para eso quiere las alianzas con el PAN.

Porque es un político de café con leche.