Compartir

Zeta de Tijuana es icono en el periodismo de investigación sobre narcotráfico. Su fundador e impulsor, periodista especializado en el tema, Jesús Blancornelas, dio a conocer durante muchos años las operaciones del cártel de los hermanos Arellano Félix, lo que le valió amenazas, una de las cuales fue cumplida el 27 de noviembre de 1997 cuando fue atacado a disparos, junto con su chofer y escolta Luis Lauro Valero, quien falleció acribillado. Blancornelas logró sobrevivir y recibió protección militar por órdenes del entonces presidente Ernesto Zedillo. Don Jesús falleció en noviembre de 2006, víctima de un padecimiento pulmonar.

Otro ataque a tiros sufrió el subdirector del semanario, Francisco Ortiz Franco, en junio de 2004. No sobrevivió. Ortiz Franco participaba en las investigaciones del asesinato a manos de sicarios de su compañero y codirector Héctor Félix, ocurrido en 1988.

Para Adela Navarro, actual directora de Zeta de Tijuana, los cárteles de la droga se están peleando por las distintas plazas de la República Mexicana, ante la parálisis del gobierno del presidente Felipe Calderón, “que no está tomando medidas efectivas para combatir el narcotráfico, más allá de las medidas mediáticas. No se ven golpes determinantes al narcotráfico. Mientras no exista un compromiso real para detener a estas personas y castigarlas, todo va a continuar”.

Desde donde el narco manda Zeta se edita y publica en una plaza que durante años ha sido bastión del narco, y que a últimas fechas ha visto, incluso, semanas tan cruentas que cuentan más de 50 muertos en siete días. “No nos podemos sustraer de la realidad del narcotráfico. Otros diarios también lo están reportando. Tenemos que abordar

los temas. Nosotrosm en el caso de Zeta, con mucha responsabilidad, verificando toda la información que se está publicando, con un mínimo de tres fuentes distintas, para no ponernos en una situación de riesgo. No podemos voltear como lo hace el gobierno, como lo hacen los otros actores”.

Sobre la alusión gubernamental en el sentido de que en el momento en que los medios informan sobre las muertes en sucesos violentos o los mensajes de narcomantas, están siendo de alguna manera portavoces o propagandistas del crimen organizado, Navarro Bello enfatiza que los medios, y en particular Zeta, están plasmando la realidad, lo que está sucediendo, lo que está aconteciendo, y es que la sociedad mexicana está en medio de la guerra entre el narcotráfico y la parálisis del gobierno. “No es que seamos portavoces de nada, estamos describiendo lo que está sucediendo, nada más. Si otra fuera la realidad, otros serían los contenidos de los periódicos. No porque al gobierno le parezca que con nuestros reportes estamos siendo cómplices o portavoces del narco, vamos a voltear a otra parte, cuando la realidad es que están muriendo familiares, está muriendo gente inocente, la sociedad está siendo herida. Seguimos en un estado de caos a manos del narcotráfico”.

Pese a los atentados y amenazas, no se amedrentan. La redacción sigue en pie. “Creo que en México podemos hablar de un periodismo sobre temas del narcotráfico en un antes y un después de Blancornelas, porque Jesús Blancornelas se mete a investigar el tema, porque se da cuenta que en Baja California es el tema que nos está dominando, el crimen está adueñándose del suelo baja californiano, más o menos a finales de los años 80 o principios de los 90”.

Adela Navarro asegura que todo lo que publican está documentado por una averiguación previa, con la copia de un expediente, con la entrevista a un subprocurador, un procurador o un director de la policía, un testimonio de alguna víctima o con el testimonio de algún detenido. “Toda investigación que hacemos tiene que estar forzosamente documentada, porque de lo contrario sería ponernos en una situación de riesgo. Nosotros continuamos con este tipo de investigación que inició don Jesús Blancornelas en México, porque es lo que sabemos hacer y porque desafortunadamente es el tema que domina Baja California”.

“Tenemos que hacer un periodismo responsable. Insisto en tener muy claro que no somos policías, que la labor de indagar e investigar corresponde al Ministerio Público, hasta donde sabemos todavía. Nosotros estamos haciendo un retrato de lo que sucede en la realidad, para alentar a la población, de cuál es la autoridad que está funcionando”.

Con respecto a la estrategia comunicativa del gobierno, la periodista señala que como nunca antes existe hermetismo en el gobierno del presidente Calderón. “A nosotros nos ha tocado trabajar con gobiernos priistas y con gobiernos panistas, como fue el caso reciente de Vicente Fox, y nunca hubo un hermetismo como el que hay ahora. En estos momentos, si yo quisiera hablar con el delegado de la PGR en Baja California, no puedo, aunque esté aquí. Si yo quiero hablar con algún otro funcionario, tengo que salvar una serie de obstáculos increíbles. Los directores de comunicación en el gobierno del presidente Felipe Calderón tienen un poder enorme. Definitivamente hay una cerrazón terrible”.

Autor