José Gutiérrez Vivó, presidente de Grupo Monitor, acudió el 14 de marzo a la Cámara de Diputados para entrevistarse con los legisladores que integran la Comisión Especial para dar seguimiento a las Agresiones contra Periodistas y Medios de Comunicación. Ahí, denunció la que, a su juicio, es una nueva forma de agresión a los medios; la llamó “censura quirúrgica” y la definió como el otorgamiento de publicidad sólo a aquellos medios “que respondan a los intereses políticos y económicos” de gobiernos y empresarios, con la consecuente cancelación de esos recursos para quienes no se subordinan a tales intereses. Los medios que dirige Gutiérrez Vivó las emisoras 1320 y 1560 de AM, así como el periódico Diario Monitor estarían entre los que son castigados por funcionarios gubernamentales a la hora de asignar partidas publicitarias.
Censura quirúrgica
En realidad el mecanismo descrito por el conductor de Monitor no es nuevo. Habría que recordar el célebre “¿Te pago para que me pegues?”, de José López Portillo, en 1982, o el boicot publicitario al antiguo Excélsior, en 1972, para ubicar en la historia lo que Gutiérrez Vivó llama “censura quirúrgica”. Sin embargo, su denuncia contribuye a colocar otra vez en la discusión el tema de la publicidad gubernamental, asunto relevante porque en México, todos lo sabemos, la canalización de recursos publicitarios tomados de fondos públicos se dirige preferentemente hacia los grandes medios y sólo de manera marginal se asignan partidas para apoyar la subsistencia de medios comerciales alternativos que contribuyen a estimular la crítica y el debate, y para la consolidación de medios públicos.
Pagada sí, gratis no
¿El Grupo Monitor se cuenta entre los medios que son castigados por los gobiernos a la hora de asignar publicidad institucional? La respuesta es sí y no. Efectivamente, Monitor no figura entre los medios a los que el gobierno federal destina más publicidad, pero, en contraste, ocupa uno de los primeros lugares en la preferencia publicitaria del gobierno del Distrito Federal.
Según documentó etcétera (noviembre 2006), el gobierno gastó en el sexenio de Vicente Fox más de 11 mil 500 millones de pesos en publicidad mediática, de los cuales mil 800 millones se dirigieron a Televisa y 916 millones a TV Azteca. La empresa Infored, una de la integrantes del Grupo Monitor, quedó en el lugar 30 de la lista con 36 millones 475 mil pesos, ciertamente lejos de Televisa y Azteca, pero también de empresas radiofónicas como Radio Fórmula, cuarto lugar general con 322 millones o Radio Centro, con 250 millones.
No obstante, Infored ocupó en 2006 el primer lugar entre las empresas radiofónicas más utilizadas por el GDF para transmitir sus campañas de propaganda. Según el documento “Contratos de Servicios 2006” del gobierno capitalino, que puede consultarse en la dirección: www.df.gob.mx/jefatura/transparencia/contratos/servicios2006.pdf, Infored obtuvo seis millones 250 mil pesos, cantidad ubicada por encima de las alcanzadas por Frecuencia Modulada Mexicana (MVS), Radio Centro, Acir, Detrás de la Noticia o Radiópolis.
Al escuchar las transmisiones de las dos emisoras de Monitor, se tiene la impresión de que a esa empresa no le gusta la publicidad gubernamental. Gutiérrez Vivó se ha quejado al aire de que la publicidad transmitida a cargo de los llamados “tiempos oficiales”, y por lo tanto no pagada por el gobierno, resulta estorbosa porque alarga los cortes comerciales y el público se molesta. Por eso, agrupa toda esa publicidad en bloques a cuyo inicio se advierte: “Escuche a continuación propaganda oficial”, para hacer evidente que se trata de publicidad no pagada. Ahora sabemos que a Monitor no le gusta la “propaganda oficial” que ha de transmitirse gratuita y obligatoriamente, pero desearía contar con “publicidad oficial” pagada con el fin de mejorar sus finanzas.