Ilustración: Ikiz |
En enero de este año publicamos que el gasto promedio mensual para hacer posible etcétera es de 450 mil pesos. Si multiplicamos esa cantidad por los seis meses que van de este año tenemos un costo de operación de dos millones 700 mil pesos; al proyectar la facturación de este mes de junio unos días antes del cierre de la edición, hemos facturado en lo que va de 2008, un millón 958 mil 357 pesos. O sea, tenemos un déficit de 741 mil 642 pesos. Lo intentaremos revertir en los próximos seis meses.
Una razón de Estado
Como todos los medios de comunicación, etcétera basa su finanzas en la venta de publicidad. éste es un fenómeno mundial, en el que las ventas de ejemplares, en el caso de las publicaciones impresas, es un ingreso complementario. El fenómeno es tan acentuado que cada vez es más frecuente encontrar revistas o periódicos cuya distribución es gratuita y cuyo único ingreso es la venta de publicidad. Tal es el caso de una gran cantidad de informativos en español que se editan y distribuyen hace mas de 15 años en California y Texas, así como en algunos países de Europa, como España y Francia. En la ciudad de México también se ha incrementado la distribución de este tipo de publicaciones (sobra decir que en la televisión abierta y en la radio, la publicidad es el único ingreso).
En octubre de 2005, etcétera dedicó su edición al tema de la publicidad como razón de Estado (es decir, como una vía para la existencia de proyectos informativos diversos). Ahí se puede leer en nuestro editorial cómo se reglamenta en otros países y cómo en nuestro caso, a pesar de su actual normatividad, sigue siendo instrumento de presiones, censura o arbitrariedades. Esto afecta principalmente a los medios político culturales, que prácticamente están excluidos de las pautas de los anunciantes de la iniciativa privada, a excepción de algunas como Expansión y Poder, que están hechas por y para ellos. Los motivos: no les resulta atractivo el tiraje, ni que se les asocie con una posición política o cultural de-terminada. Por ello es contrastante abrir cualquier ejemplar de una revista como Quién o Chilango, en las que a veces es más difícil encontrar información que anuncios, y uno de revista como Letras Libres, Nexos o etcétera, publicaciones que además de estar excluidas de esas pautas, compiten con aquéllas para recibir la publicidad institucional.
El año que vivimos en peligro
2007, es decir, el inicio de la administración de Calderón, fue para nosotros un año realmente crítico en la venta de publicidad. Esto se debe en parte a la llegada de nuevos funcionarios, la definición de lineamientos, así como la determinación de campañas y prioridades. En esta ocasión se sumó el hecho de que la Presidencia de la República inició una fuerte campaña en medios electrónicos para posicionarse. Sus efectos negativos se sintieron en los medios impresos y por supuesto en etcétera. Este fenómeno, que se repite cada seis años, se ha venido acentuando. La proclividad de los políticos por el rating junto con la presión de los grandes medios atentan cada vez más contra la permanencia de otras ofertas.
2008 también inició con una inversión muy baja del gobierno en publicidad. Aunque aún no tenemos las cifras oficiales del gasto, se puede percibir en las distintas publicaciones un subejercicio en la primera mitad del año. En 2007 el subejercicio en los primeros ocho meses alcanzó 71%, según datos publicados aquí por Laura Islas Reyes y Luis Miguel Carriedo en noviembre pasado. Concretamente en etcétera, en 2008, en el mes de enero únicamente facturamos por este concepto 28 mil 63 pesos, en febrero 293 mil 980, en marzo 227 mil 020, en abril 526 mil 700, en mayo 358 mil 195. Hasta el momento del cierre de esta edición las expectativas para junio son de 505 mil 357.05 pesos (facturación con IVA).
Aun así, en el primer semestre de este año se han facturado un millón 958 mil 359.04 pesos, y de esta cifra únicamente 606 mil 117.38 pesos corresponden al gobierno federal, lo que representa 31% del ingreso en este semestre.