Hay que conocer y entender las nuevas reglas del
periodismo los medios deberían ser parte de esta tendencia
Tim OReilly |
¿Nos podría dar una definición de la Web 2.0 y de la tendencia que presenta?
La Web 2.0 supone la constatación de que estamos saliendo de la era del ordenador personal para entrar en la auténtica era Internet. En la pasada década, Internet era algo adicional; uno tenía su ordenador personal e Internet era algo así como una aplicación más de la PC. Pero ahora, Internet es la plataforma.
¿Puede poner algunos ejemplos?
El gran avance inicial de Google fue la constatación de que, si se observa en detalle la estructura de vínculos de Internet y lo que la gente hace con esos documentos, se obtienen ciertamente mejores resultados en las búsquedas. Ellos entendieron mejor el hecho de que esto estaba sucediendo en esta plataforma distributiva llamada Internet. También adoptaron como modelo de negocios un enfoque más radical de la publicidad. Yahoo! también hizo esto con Overture al principio, pero Google fue el que lo perfeccionó de verdad. Si nos fijamos en la generación anterior de publicidad en la red, no se limitaba sólo a banners y cosas por el estilo, sino que también estaba moderado por agencias de publicidad. Así, DoubleClick es un proveedor de infraestructura publicitaria para la red que cuenta con dos mil empresas clientes. Entre tanto, GoogleAdSense tiene cientos de miles si no millones porque se dijeron: Un momento: si todo esto está en una red, puede ser todo self-service para los clientes.
Si nos fijamos en alguna de las grandes aplicaciones Web que sobrevivieron a la caída del punto.com, nos damos cuenta de que supieron entender algo sobre Internet y sobre cómo están cambiando las reglas del negocio que los demás no entendieron. Yahoo! es un agregador de contenido: recopila contenidos de toda la red, de modo que fue algo así como la primera empresa de nuevos medios. Quizá empezaron a desarrollar su propio contenido en algún momento, pero comenzó como un agregador de Internet. En eBay, compradores y vendedores están conectados a través de la red. Amazon, por su parte, es muy interesante en un aspecto: existen muchas páginas comerciales, pero si comparamos Amazon.com cualquiera de sus competidores, vemos que ha sabido aprovechar la participación de los usuarios en una medida mucho mayor.
Otras páginas han copiado algunas de sus funciones, pero en cualquiera de las páginas de Amazon se encuentran docenas de invitaciones a participar. Y la clave de esto es que, una vez que algo se convierte de verdad en una aplicación de red, se producen nuevas oportunidades para obtener beneficios y para aumentarlos gracias al efecto red. Así, la Web es una herramienta de negocio nacional que se apoya en el efecto red y que Google supo explotar de modo diferente. eBay es un negocio nacional basado en el efecto de red. Amazon no se basa en este modelo, pero, al introducir funciones para favorecer la intervención del usuario, consiguieron convertirse en lo mismo. Todo esto fue la fase uno. La fase dos llegó realmente con la revolución peer-to-peer. Y me gustaría describir esto con una anécdota personal. Poco antes de que apareciera Napster, yo había visitado mp3.com, que hacía alarde de su servidor diciendo algo así como: Mira, tenemos todas las canciones. Entonces llegó el creador de Napster, un universitario que había crecido en el mundo de Internet y que venía a decir algo así como: ¿Para qué necesito todas las canciones en un sitio. Mis amigos tienen todas las canciones. Y se dio cuenta de que la red había cambiado el modo de contemplar el problema. Una vez que la gente estaba conectada, no era necesario disponer del almacén central; todo lo que había que hacer era designar los objetos. Y la revolución peer-to-peer llegó de la mano de todas esas aplicaciones que proponían: Asumamos a partir de ahora que la red es la plataforma. Desde esta perspectiva, empezamos a ver todas estas nuevas aplicaciones, ya sea MySpace o YouTube, que yo describo como aplicaciones para explotar la inteligencia colectiva.
Estos sitios dependen de un número suficiente de usuarios para la autoperpetuación. ¿No dependen los periódicos de un número suficiente de usuarios para la autoperpetuación?
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Desde luego. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con la Web 2.0, el cliente no realiza el producto por sí mismo. Todavía.
¿Funciona la selección natural del mercado libre igual de bien en el ámbito on-line que en otros sectores?
Sí. Estoy convencido de que en la próxima década veremos cómo la red cada vez más pasa a pertenecer a algunas de estas grandes potencias. Creo que lo que ha pasado con Internet es que hemos comenzado con esta democratización radical de los medios que está llevando a su vez a una centralización de los mismos, sólo que con nuevas reglas. Estas reglas son: alguien construye una arquitectura de participación; alguien construye un sistema que mejora a medida que la gente lo utiliza y reporta beneficios crecientes y mayor efecto de red con el uso. Y la persona que consigue crear esa dinámica de autofortalecimiento, la empresa que lo consigue, termina obteniendo beneficios que pueden llegar a constituir una barrera para la entrada.
¿La masa parece estar convencida sea o no cierto de que Internet ha de ser reinventada. ¿Es así? ¿Es la Web 2.0 la esperada reinvención?
En el contexto específico de los periódicos, por ejemplo, hay un par de cosas muy relevantes en la Web 2.0. Una de ellas, evidentemente, es el blogging. Hasta ahora nunca había habido una resonancia sobre los artículos del periódico. Existían las cartas al director y la gente comentaba: Sí, este artículo es muy bueno. Pero el blogging permite obtener un auténtico retorno de la información. Y si, una vez más, usted adopta la mentalidad de éste es el modo en el que la red está cambiando las aplicaciones, ya ha empezado a hacerlo. Sigue cambiando la naturaleza de las noticias, porque lo que se ha hecho es crear este nuevo mecanismo para la propagación de información y eso es lo que cuenta. En cualquier caso, hay empresas que lo utilizan más y otras que lo utilizan menos. Hay periódicos que muestran cuál ha sido el artículo más enviado por e-mail. Es una función Web 2.0., y una vez más tenemos aquí ese retorno de información basado en una interfaz de usuario. Y éste es un aspecto clave de la Web 2.0: el usuario contribuye a su construcción. Si pensamos en el modo en el que The Washington Post utiliza Technorati vemos cómo la blogosfera reacciona al artículo. Es algo así como la próxima generación de cartas al director. Una parte del cambio que trae consigo la Web 2.0 es darse cuenta de que no toda la conversación tiene lugar en nuestra web.
¿Quiénes dentro del periodismo han sabido seguir mejor estos principios?
Creo que The Washington Post está haciendo cosas muy interesantes. The Times, también, pero The Post ha realizado grandes trabajos con Technorati. También ha intentado open-source. Existe un proyecto, originalmente puesto en marcha por un periódico de Kansas, llamado Jengo. Se trata de un marco de trabajo web que está llamando mucho la atención y que es utilizado ya por The Washington Post para generar sus webs. Una de sus iniciativas, por ejemplo, proporciona datos sobre los votos para el congreso. Estos datos pueden ser descompuestos y utilizados de muchos modos. Este aspecto es muy interesante también, los periódicos se dan cuenta de que no se trata sólo de ofrecer nuevas noticias, sino también de nuevas aplicaciones que permitan acceder a fuentes de datos más profundas.
Existe temor a que se vuelva a producir una burbuja, ya que han surgido muchas startups que se constituyen en torno a la Web 2.0 ¿Es necesaria esta burbuja en un cierto punto del desarrollo de cualquier concepto nuevo?
Actualmente nos encontramos ya en esta especie de mini burbuja sobre la Web 2.0, pero la mayoría de estas empresas tienen un modelo de negocios, y de hecho, en muchos de los casos, están siendo vendidas a Google, Yahoo o Microsoft. De modo que en la práctica esto ha sido una externalización del desarrollo de productos para estos gigantes. Para ellos, es muy barato y sencillo poner en marcha algunas de estas nuevas empresas.
¿Se justifica el miedo a la consolidación?
Sin duda. Creo que nos encontramos en un periodo muy interesante, en el que el panorama de los medios está siendo modificado de forma significativa, y creo que aún se producirán algunas batallas legales; pen-semos en Google News, por ejemplo: todavía no puede sacarle dinero a esta actividad porque las fuentes de noticias están cambiando ya. En mi negocio (publicación on-line de libros), donde la competencia no está constituida por otros editores de libros sino por otras páginas web, la red ha transformado el modo en que la gente obtiene y utiliza la información que yo publico. Y si yo tuviera una emisora de noticias en la televisión, tendría miedo de YouTube, porque pronto habrá videos generados por el usuario que proporcionarán una cobertura mejor y más inmediata de un evento. Quizás la calidad sería algo peor, pero el producto será exactamente lo que yo quiero con el detalle que quiero. Si observamos las fuentes de noticias, vemos que la gente puede cambiar de preferencias en cuanto a dónde puede obtener sus noticias. Cuando quiero consultar noticias sobre tecnología, no me dirijo a una página tradicional de noticias sobre tecnología, sino que visito páginas como slashdigg.com, que tienen filtros generados por los usuarios. En slashdigg.com la gente envía artículos que considera interesantes, y los que más diggs obtienen son promovidos a la primera página. Así, incluso si estos artículos provienen de medios tradicionales y todo lo que obtienen en Digg es un vínculo, se trata igualmente de un nuevo mecanismo para promover el artículo. Y por eso se trata de un nuevo y potente agente. Actualmente, si no se aparece en la primer página de resultados de Google, se obtiene mucho menos tráfico en la red que si aparece en la primera página de resultados. Incluso en este mercado en el que todo el mundo es nominalmente equivalente, porque todos están en la Web, hay una nueva dinámica que cambia su funcionamiento. En los viejos tiempos, usted ponía su periódico en un quiosco o cuidaba de sus suscriptores y obtenía su tráfico de este modo. Ahora, si está presente en la red obtendrá su tráfico on line porque algunos de sus suscriptores lo leen en el papel y quieren enviárselo a sus amigos, pero muchos más acudirán porque lo han visto en la primera página de Google News o porque lo han encontrado en Digg o porque ha aparecido en un blog.
Lo que me está contando implica perder el control sobre su producto de forma profunda.
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Yo no creo que el dinero salga del ecosistema si pierde el control de su producto en el propio mercado, sólo va a parar a otro participante. Clayton Christianson escribió esto en febrero de 2004, en el Harvard Busines Review. Cuando algo se convierte en un bien de consumo corriente, el valor añadido se traslada a otra parte. Esto se ve muy bien en la industria de los medios. Google y Yahoo son participantes valiosos en el mundo de los medios. Otra cosa interesante en la red es la competencia asimétrica; Craiglist es un ejemplo claro de este fenómeno para la industria periodística. Dado que los costes son bajos y que genera su producto mediante la directa intervención del usuario, está regalando mucho de lo que los periódicos solían vender antes. Y no sé si se trata de verdad de un caso atípico, en el sentido de que Craig Newmark tuvo simplemente la idea de que quería hacer esto de forma gratuita, pero el hecho es que se está convirtiendo en un nada despreciable negocio. Toda la cuestión en torno a la intervención directa del usuario (el selfservice) es un aspecto muy interesante de la Web 2.0 sacar partido de la inteligencia colectiva, de la actividad del usuario, de las ideas sobre cómo construir sistemas que mejoren con su uso. Se trata de crear un sistema que se mejore a sí mismo.
De las empresas que han surgido después de la burbuja no de las que la han sobrevivido, ¿cuáles son algunos de los paradigmas más importantes de Web 2.0?
Flickr es un muy buen ejemplo. Es un servicio de intercambio de fotos que fue adquirido por Yahoo el pasado año, y se ha convertido en efecto en el más popular de estos servicios. La gente dice que las fotos de Yahoo son mucho mejores, pero Stewart Butterfield, el fundador de Flickr que ahora trabaja para Yahoo, afirma que no es así: Sí, ellos tienen más cuentas pero nosotros tenemos mucho más tráfico. Si se compara Flickr con otras páginas de photo sharing, como ShutterFly o Kodak Gallery, que era antes oPhoto, se ve rápidamente que Flickr está por encima de ellos. Lo interesante de este sitio es su sencillez. Compartir es la acción por defecto. Si quieres descargar una foto en ShutterFly, la página te dice: Introduzca una lista de correos electrónicos de las personas con las que desea compartir esta foto. Cuando quieres cargar una foto en Flickr, un botón te pregunta: ¿Quiere que esta foto sea pública o privada?. La opción por defecto es pública, de modo que se genera un enorme almacén de fotos en la red en el que todas las imágenes son públicas. Después la gente crea aplicaciones que utilizan Flickr. Crean todas las interfases alternativas, es muy sencillo poner las fotos propias en su propia página web, incluso si están almacenadas en Flickr. Otro ejemplo muy interesante es una empresa de infraestructura llamada PhotoBucket. Son los mismos que se encargan de hacer el hosting de las fotos que la gente pone en Myspace. Myspace, por su parte, es una historia Web 2.0 de éxito posterior a la burbuja de Internet: tiene contenidos completamente generados por el usuario y es ahora propiedad de una empresa de medios tradicional.
¿Cómo reaccionan empresas de la talla de Microsoft a la ola Web 2.0?
Microsoft ha reaccionado bastante bien, pero ha sido claramente superado por Yahoo y Google. MSN es un competidor serio, en cualquier caso mucho más que AOL-Time Warner. AOL ha practicado la mentalidad de jardín privado. El mercado aún está estableciéndose.
¿Cuál es el peligro de introducir los principios de la Web 2.0 en el negocio propio?
El mayor peligro es que otro lo haga antes que tú y destruya tu mercado mientras tú estás esperando. No obstante, creo que es sin duda posible si se tienen sólidas ganancias y una estrategia- hacer lo que (Rupert) Murdoch y Barry Diller hicieron: crear mediante adquisiciones un imperio mediático que compite en el mercado. Pero como ya he dicho, el mayor riesgo es quedarse esperando. Éste es un juego en el que el ganador se lo lleva todo. Más adelante será mucho más difícil entrar y quizás ya sea demasiado tarde. Hablando más ampliamente sobre la Web 2.0, creo que será un mundo en el que toda la gente estará conectada si no todo el tiempo, sí de forma intermitente-, en el que todos los contenidos que la gente desea estarán on line de una u otra forma. Y alguien va a ser el propietario de esas cosas. Poseer el acceso puede ser tan sencillo como Amazon, donde es más fácil comprar porque uno ya está registrado. Todo el mundo ha observado que a menudo, cuando la gente se refiere a productos on line, se refiere a los productos de Amazon más que a los productos del vendedor en cuestión. En parte es porque tienen un espacio de nomenclatura uniforme; se puede localizar la dirección URL de cualquier producto si se cuenta con su ID Amazon. Además, Amazon ha reforzado esto ofreciendo una comisión si creas un enlace hacía ellos. Hay un montón de cosas que lo facilitan. Amazon ha venido a ocupar el espacio de adquisición de productos en la mente de muchas personas. Un modo de verlo es: Estamos construyendo un sistema operativo de Internet; un sistema operativo que va a tener subsistemas, y esos subsistemas van a estar establecidos en torno a tipos de datos. Mucha gente que construye cosas relacionadas con la localización está construyendo sobre mapas Google, porque Google ha creado la mejor y más abierta plataforma para ello.
Tim OReilly es director general de OReilly Media, es considerado por muchos como uno de los mejores editores de libros del mundo y defensor de los estándares abiertos. Su blog OReilly Radar es referente para entender las tendencias emergentes en el ámbito de las nuevas tecnologías.
Esta entrevista se publicó originalmente en la revista Técnicas de prensa, en su edición especial Guía para editores sobre Web 2.0, editada por IFRA. Agradecemos a sus editores la autorización para reproducir el texto.