sábado 18 mayo 2024

Bolsonaro quiere eliminar el feminismo, la homosexualidad y el marxismo de las escuelas de Brasil

por etcétera

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, lanzó una cruzada educativa contra temas como el feminismo y la homosexualidad, para que se erradiquen, de tajo, de los libros de texto del país.

De acuerdo con un reportaje de la agencia Associated Press (AP), el presidente brasileño y otros cargos anunciaron planes para revisar los libros de texto y suprimir referencias al feminismo, la violencia contra las mujeres y la homosexualidad, temas delicados en el país sudamericano, sobre todo si se tiene en cuenta que en Brasil se cometen el 40% de los feminicidios de Latinoamérica, según datos de la ONU, mientras que a nivel mundial ocupa el séptimo lugar con más feminicidios.

La noche antes de su toma de posesión, Bolsonaro escribió en su cuenta de Twitter que uno de los objetivos de su gobierno sería sacar a Brasil de las peores posiciones en las clasificaciones educativas mundiales, “es combatir la basura marxista que se ha extendido en las instituciones educativas”. Sin embargo, profesores y autoridades educativas sostienen que el gobierno quiere luchar contra un enemigo que no existe.

Tras su toma de posesión, el 1 de enero, el Ministerio de Educación desmanteló su departamento de diversidad y publicó nuevas directrices para los editores de libros de texto que eliminaban las referencias a temas como la violencia contra las mujeres y el sexismo. Ante la oleada de críticas, los funcionarios dieron marcha atrás en la revisión de los textos alegando que las normas habían sido redactadas por el gobierno anterior. No obstante, en su discurso inaugural, el ministro de Educación, Ricardo Velez Rodríguez, prometió poner fin a la “agresiva promoción de la ideología de género”, y, en contraste, defendió la difusión de lo que calificó como valores tradicionales: la familia, la religión, la escuela y la nación.

Según AP, para el gobierno de Bolsonaro la batalla ideológica comienza con la retirada del legado de Paulo Freire y otros “conservadores” de los los centros educativos, que, según dicen, convierte a los estudiantes en “militantes políticos”.

Freire, que murió en 1997, fue uno de los fundadores de la pedagogía crítica, un método que no le acomoda al nuevo gobierno pues anima a los alumnos a cuestionar los valores tradicionales que el nuevo régimen conservador promueve.

En su lugar, buscan imponer modelos inspirados en filósofos como Olavo de Carvalho, un brasileño residente en Estados Unidos conocido por sus opiniones antiglobalización y antisocialistas. Mientras Freire defendía que la misión del Estado es educar al pueblo brasileño, incluyendo a agricultores rurales pobres y a analfabetos, de Carvalho aboga por reducir su papel en la educación en favor de las escuelas privadas o religiosas.

Brasil quedó en el número 63 entre las 72 naciones y regiones que participaron en el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de 2015, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

También te puede interesar