Después los atentados de París y Bruselas, algunos sectores de la ciudadanía de la Unión Europea (UE) relacionan el islam con el terrorismo y rechazan las medidas para acoger a los miles de refugiados que huyen de los grupos yihadistas, pues aseguran también son terroristas.
El sentimiento que se expande por el territorio de todo el bloque ahora es utilizado por el partido Alternativa para Alemania (AfD) para asegurar su triunfo en las votaciones e ingresar al Parlamento nacional el próximo año.
El partido, que hasta el verano pasado era prácticamente desconocido, ahora se convirtió en la tercera fuerza política del país gracias a que se vale de un discurso de odio para atraer seguidores.
Beatrix von Storch, eurodiputada y vicepresidenta del partido AfD, asegura que “el Islam es incompatible con la Constitución alemana”, mientras que el vicepresidente del partido en Brandeburgo, Alexander Gauland, afirma que “el Islam no es una religión como la cristiana, sino que siempre está ligada a la toma del Estado. Por eso es un peligro la islamización de Alemania”.
Dicho partido tiene entre sus propuestas prohibir la traducción de oraciones en lenguas árabes y símbolos de la religión de Mahoma, así como la construcción de mezquitas.
Las críticas no se han hecho esperar, y tanto en el ámbito político, como la sociedad alemana, repudia este tipo de campañas que se basan en la discriminación en momentos donde la seguridad internacional está en juego.
“Por primera vez desde el régimen de Hitler, en Alemania hay un partido que desacredita a un colectivo religioso en su conjunto y amenaza su existencia”, respondió este lunes el presidente del Consejo Central de los musulmanes alemanes, Aiman Mazyeck.
Los representantes de los otros partidos también rechazan las propuestas y aseguran que no es el islam el que choca con la Constitución, sino que es el propio partido el que es incompatible con principios básicos de la democracia como la libertad de culto.
El portavoz de la canciller Angela Merkel recordó que la libertad religiosa está protegida por la Constitución y dijo “el Islam es parte de Alemania".
En 2015 más de un millón de refugiados llegaron a Alemania y se sumaron a los cuatro millones de musulmanes que ya habitaban en el país.
(Con información de El País)
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