sábado 18 mayo 2024

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por etcétera

La doctora en Filosofía Aimé Tapia publica ‘Mujeres indígenas en defensa de la tierra’ sobre la opresión de estas mujeres y las diferencias con el feminismo occidental

Simone de Beauvoir se refería a las mujeres como el segundo sexo ante el varón, recuerda la doctora en Filosofía Aimé Tapia. “Esa concepción de alteridad también se sostiene sobre los pueblos indígenas. Lo humano sería lo occidentalizado, blanco y masculino”, explica. Ambos, mujeres y pueblos, en un segundo plano. Tapia firma ‘Mujeres indígenas en defensa de la tierra’, un ensayo en el que combina análisis teórico y testimonios de mujeres indígenas y campesinas para profundizar en los llamados feminismos indígenas y sus vínculos con el feminismo occidental.

Durante su visita a Madrid desde México, Tapia arroja luz sobre un feminismo casi olvidado por Europa. “El de las mujeres indígenas es una opresión interseccional, porque son varios elementos los que agudizan esa opresión”, asegura. “Opresión por pertenencia étnica, por desigualdad de género y por empobrecimiento”. Una situación agravada por la llegada de procesos extractivistas a estos territorios. Por eso son las mujeres quienes encabezan las luchas en su defensa. “Están en un estado de vulnerabilidad extremo. O encabezan estas luchas o mueren”.

Uno de los casos más destacados ocurrió después de que Cola Cola se instalara en el municipio de Nejapa, cerca de la ciudad de San Salvador, a principios de los años 90. Entonces fueron las mujeres quienes se levantaron como defensoras del agua para evitar que succionara sin control el acuífero de Nejapa, “poniendo en peligro el derecho humano al agua de aproximadamente treinta mil personas”. Tapia destaca el nombre de Milagros Guevara, la mujer que se enfrentó a Coca Cola. “Mientras la multinacional succionaba el agua sin ningún control, Guevara, al igual que muchas otras mujeres de la región, ni siquiera tenía un grifo en su casa y debía caminar hasta el río más cercano”, escribe la filósofa. Cuando los medios de subsistencia se ven amenazados por los procesos extractivistas, “para muchas no hay más alternativa que la resistencia para subsistir”.

“Vienen a decirnos”

Tapia comenzó formándose en la teoría feminista occidental, después llegó a los feminismos latinoamericanos y, por último, a los indígenas. “Las visiones del mundo de los pueblos indígenas son diferentes, más centradas en lo comunitario”, analiza respecto a sus diferencias. “Eso plantea problemas para los derechos de las mujeres, ya que muchas veces se privilegian las necesidades de las comunidades.”

Aunque la eclosión del movimiento #MeToo significó un golpe importante en Europa o Estados Unidos, Tapia explica que las problemáticas centrales para los feminismos urbanos no tienen tanto peso en los mundos indígenas. “En las universidades de México hay un movimiento muy fuerte de denuncia contra el hostigamiento sexual, que estaba naturalizado”, explica respecto al #MeToo. Pero para algunas comunidades indígenas, sus prioridades tienen que ver con las condiciones de pobreza a las que se enfrentan. “Las muertes por cuestiones relacionadas con la maternidad siguen siendo muy elevadas, necesitan clínicas para no morir en los partos”, cuenta Tapia. “Para ellas lo principal es la lucha contra el empobrecimiento, todo lo que tiene que ver con alimentación y salud. Cuando esto se gane, los planteamientos irán cambiando”.

Más información: https://bit.ly/2KrF16b

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