Sustentado en datos de una auditoría del Órgano Interno de Control (OIC) del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Reforma desmintió al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Elizabeth García Vilchis respecto a los rieles oxidados del Tren Maya.
En la conferencia de prensa presidencial de este miércoles, García Vilchis acusó a Reforma de desinformar el 1 de enero sobre la compra de rieles, basado en un “supuesto” documento del OIC en el que “se asegura que se encontraron rieles oxidados y de menores dimensiones a las especificadas” en el contrato respectivo.
Por supuesto, la funcionaria dijo que eso no era cierto y afirmó que “las vías de ferrocarril son de color óxido, porque los rieles son de acero y no están pintados”, además de que “el acero que se deja expuesto a los elementos de la naturaleza adquiere color óxido como una reacción química natural”. Los rieles son nuevos, aunque tengan aspecto rojizo oxidado”.
Asimismo, negó que en la obra se hayan puesto rieles de menor dimensión.
Por su parte, López Obrador hizo burla del “color de los rieles” y denunció que “es la gran nota”. Y afirmó: “Lo único que no se puede hacer en la política y en el periodismo, o que debe de procurarse no hacerse, para no ser tan drástico, es el ridículo. Hay que cuidar eso nada más”.
Más tarde, Reforma respondió a las aseveraciones de García Vilchis con el reporte de una auditoría del OIC del Fonatur sobre adquisiciones para la obra del Tren Maya, en el cual se da cuenta de irregularidades como la adquisición de rieles oxidados.
Reforma reprodujo una parte del documento oficial: “Se observó que el Fonatur el 2 de junio de 2022 había aceptado 40 rieles de 78 pies y 332 rieles de 76 pies, sin estar establecidos en el contrato número C-TM-11/2020 y si bien, conforme a lo informado por la Residencia, en la norma AREMA se establece que se aceptará el 10% del carril de longitud estándar del tonelaje total aceptado de cada rodadura individual, se aceptarán rieles en longitudes más cortas de 78, 74, 70, 66, 60 y 39 otras variaciones pueden establecerse por medio de un acuerdo entre el fabricante y el cliente, no obstante, no se contó con evidencia de dicho acuerdo ni que estuviera establecido en el referido contrato”.
Pero los rieles no sólo eran de menores dimensiones sino que ya presentaban “un avanzado estado de oxidación”, por lo que se recomendó un protocolo para la adquisición de nuevos rieles para garantizar un desempeño óptimo.
El documento también refiere una visita al centro de acopio de materiales, y dice que allí se observó que se habían suministrado nueve rieles con oxidación avanzada y hasta con ligeros desprendimientos.
Asimismo, de la auditoría mencionada Reforma enumera varias inconsistencias más: otorgamiento de anticipos superiores a lo establecido en los contratos; falta de acreditamiento de posesión de rieles; irregularidades en el tonelaje de rieles certificados, aceptados, importados, entregados y facturados; incumplimiento de plazos; irregularidades en procesos de pago, y deficiencias en la programación de entregas.