Mantener a la población en la pobreza es el verdadero resultado del proyecto de Andrés Manuel López Obrador y de la “4T”, situación que no ha podido ser revertida ni siquiera con el incremento al salario mínimo, que “es de papel”, según indica en un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario(CAM) de la UNAM.
Una de las políticas más celebradas del gobierno de López Obrador fue la del aumento del salario mínimo y sus resultados para disminuir a la población que vive en pobreza. Sin embargo, un estudio del CAM de la Facultad de Economía de la UNAM cuestiona de forma severa ese presunto logro de la administración recientemente terminada.
En el reporte de investigación titulado El resultado real de la política salarial del sexenio de López Obrador, el CAM es lapidario en la conclusión de su análisis: “Es falso el discurso gubernamental de la disminución de la pobreza, observamos cómo de forma consistente, tres cuartas partes de la población ocupada se halla en pobreza extrema, y esa situación es indiferente a la máscara de los incrementos de papel que ocultan la verdadera situación de las clases trabajadoras”.
Así, la afirmación es muy contundente: “Es posible ver que mantener a la población en pobreza es el resultado real transexenal de AMLO y la 4T”. Ello es porque es lo que puede observarse en las mesas de las familias de la clase trabajadora.
Además, el estudio cuestiona sobre la política económica del gobierno anterior y del actual: “¿Ocurrirá el mismo estancamiento en los ingresos de los empresarios afines al gobierno? En la respuesta está el verdadero rostro de lo que ha significado este sexenio en términos económicos para las clases trabajadoras”.
El estudio se centra en estimar si el salario mínimo es suficiente para adquirir la canasta alimentaria recomendada (CAR). En ese sentido, indica que sólo habría recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo si los precios de los alimentos básicos se mantienen constantes o hasta disminuyen.
En ese sentido, el análisis indica que al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto con el salario mínimo se podía comprar sólo el 30.9 por ciento de la CAR, mientras que con López Obrador sólo se llegó hasta el 51.2 por ciento (hasta 77 por ciento en la frontera norte).
Sobre el poder adquisitivo del salario mínimo, el CAM indica dos razones por las que ha resultado insuficiente: primera, no alcanza ni siquiera para comer, para no señalar el resto de las necesidades de los trabajadores, y, segunda, los niveles de pobreza extrema no han sido afectados por los decretos respecto al salario mínimo.
Otro dato grave que señala el reporte es que la población ocupada en pobreza extrema (los mexicanos a los que, incluso trabajando, sus ingresos no le alcanzan para adquirir la CAR) al iniciar la administración de Peña Nieto era de 34.3 millones de personas, las que aumentaron al comienzo del sexenio de López Obrador a 39.5 millones, y que cerró en 43.5 millones, un incremento de 4 millones de personas durante el gobierno que no se cansó de decir que “primero los pobres”, que ha presumido la disminución de la pobreza e ignorado el aumento de la extrema pobreza.
Por ello la investigación considera que el crecimiento de la población ocupada en pobreza extrema ha seguido “una tendencia indiferente a la política de decretos en los salarios mínimos (…), ya que en presencia de incrementos o disminuciones del poder adquisitivo del Salario Mínimo, el número de la población ocupada que no puede adquirir la CAR sigue en aumento desde al menos el sexenio pasado y éste. Es decir, la pobreza en México se comporta indiferente a los incrementos y decretos en papel al salario mínimo”.
El reporte calcula que la tasa de población ocupada en pobreza extrema oscila entre el 70 y el 75 por ciento entre 2012 y 2024, lo que señala que hay “un estancamiento en niveles de pobreza alarmantes”.
“¿A eso se le puede llamar el nuevo humanismo mexicano?”, cuestiona el CAM.