Erongarícuaro, Michoacán
Toponimia
Erongarícuaro es una palabra purépecha que significa: “lugar de espera” o “Lugar de Atalaya”.
Historia
En 1533 llegan los primeros franciscanos de la Orden de Frailes Menores (OFM) a Tzintzuntzan y son: Fray Martín de Valencia, fray Antonio Ortiz, fray Diego de Almonte y fray Ángel de Salcedo. Misionan en los pueblos de las orillas del Lago de Pátzcuaro y también en región de la montaña.
Erongarícuaro, que al inicio de la conquista se estima tenía entre 5,000 y 10,000, fue primero vista del convento de Tzintzuntzan. En ese entonces se le consideraba como un barrio de Pátzcuaro.
Hay una versión que sostiene que en 1547 los frailes de la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán y Jalisco se instalan formalmente en el sitio y que en 1550 inicia la construcción del conjunto conventual.
G. Kubler asegura que en 1552 intentaron ubicarse aquí, pero lo logran en el periodo que va de 1563 a 1570. En 1586, en la visita que hace Pone dice que la iglesia está terminada y que al convento solo le falta el techo de los pasillos del claustro alto. La obra se termina en 1590. Al final del siglo XVI se instala el noviciado de la provincia.
En 1771 llega la secularización y el clero diocesano se hace cargo de la iglesia. Los franciscanos después de 230 años abandonan el lugar. Ahora lo que fue el convento es parte del Seminario de la Diócesis de Morelia.
Descripción
– Atrio
El atrio conserva la traza original y está bardeado. Hoy tiene árboles y bancas, funciona como una plaza al servicio de la comunidad. Es de dimensiones amplias.
– Portal de peregrinos
El portal se compone de tres arcos de medio punto que se asientan en columnas que se conocen como tritóstilas, que son las que acentúan el volumen del primer tercio del fuste, como se ve aquí. El estilo puede calificarse como renacentista. El techo es de vigas de madera.
Capiteles de los arcos del portal de peregrinos.
– Capilla abierta
Se encuentra dentro del espacio del portal de peregrinos. Es un arco de medio punto rebajado. El estilo es renacentista. Esta capilla es muy parecida a las de Tzintzuntzan, Tarímbaro y Cuitzeo. Hay una gran pila bautismal del siglo XVI.
– Iglesia
Exterior
La fachada es un rectángulo que remata en un frontón triangular. Hay tres elementos. La portada de estilo plateresco del último cuarto del siglo XVI es un alfiz con un arco de medio punto al centro. El adorno son cinco conchas, que es un elemento común en la arquitectura franciscana de Michoacán.
En la parte superior también un alfiz con una ventana biforada con dos arcos de medio punto. Una concha de adorno en la parte superior. La torre es de planta cuadrangular con dos cuerpos y el remate un techo con tejas.
Interior
Es de una nave de planta rectangular. El techo está cubierto con vigas de madera que se sostienen en zapatas. Hay un arco de medio punto que divide al presbiterio del resto de la nave. Es de cantera.
El altar mayor es neoclásico. Tiene tres calles. En la del centro la imagen de Nuestra Señora de la Asunción y en las laterales otras dos imágenes. En la parte superior de la calle central hay una ventana de forma rectangular.
– Murales
En el interior de la iglesia hay vestigios de murales que se encuentran en mal estado.
– Convento
El patio del convento es cuadrado, se divide en cuatro tramos y tiene plantas. En el centro un pozo de agua. El claustro bajo tiene cuatro arcos de medio punto dobles en cada uno de sus lados. Se sostienen en columnas de cantera. En el claustro alto hay también cuatro arcos de medio punto en cada lado, que se asientan en columnas de cantera. Los techos de los claustros son de vigas de madera. En la parte posterior del convento se ubica un huerto. Hay una salida desde el convento que ofrece una vista directa al lago.
– Cruz atrial
En el siglo XVI hubo una cruz atrial de piedra, pero se encontraba en muy mal estado y en 1942 se sustituye por la de fierro, que ahora se ve. Se dice que el diseño es del surrealista André Bretón que vivió algún tiempo en esta comunidad cuando estuvo en México.
Comentario
Es una de las fundaciones de la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán y Jalisco Provincia de la Orden de Frailes Menores (OFM) en las orillas del Lago de Pátzcuaro donde también están el convento de Tzintzuntzan, del que fue visita, y el de Pátzcuaro.
Al inicio de la conquista aquí hubo una importante concentración de población que pudo ser de entre 5,000 y 10,000 personas. Se le consideraba como un barrio de Pátzcuaro que era una ciudad muy importante.
Hay dos versiones sobre la fecha de fundación del conjunto conventual, una la sitúa en 1547 y otra entre 1563 a 1570. En 1586, en la visita que hace Pone dice que la iglesia ya está terminada y que al convento solo le falta el techo de los pasillos del claustro alto. La obra se termina en 1590.
El conjunto conventual se sitúa en una orilla del Lago de Pátzcuaro. La iglesia y el convento tiene las características de la arquitectura franciscana de esta región del país. Es muy bella la portada con los adornos de concha y la ventana biforada. Desde el interior el efecto de la luz es muy hermoso.
Los arcos del portal de peregrinos, el de la capilla abierta y los que están en el claustro bajo y alto del convento, todos de estilo renacentista, también son muy bellos.
Erongarícuaro tiene una arquitectura vernácula muy bella propia de la región. Se ha podido conservar. Casas de paredes blancas y techos de vigas de madera y tejas. La plaza con sus corredores o pasillos de columnas de madera. El pueblo conserva la estructura de la época colonial.
- Visitas
1983; 1994; 2007.
- Fuentes consultadas
- Notas de mis visitas.
- Kubler, George, Arquitectura Mexicana del Siglo XVI, FCE, México, 1983.
- Hernández Téllez, Mahler, El convento de Nuestra Señora de la Asunción de Erangarícuaro, 1547-1761. Vivencia franciscana de la pobreza evangélica, Tesis para obtener el grado de Maestro en Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán, 2011.
- Martínez Aguilar, José Manuel, Formación y usos de los conventos en la provincia franciscana de Michoacán durante el virreinato, Historia Mexicana, Vol. 70. No. 2, octubre-diciembre, 2020, Ciudad de México.
Twitter: @RubenAguilar