Estuve esta mañana en las casillas donde votaron AMLO y Meade, respectivamente. Además de observar y apuntar el hecho de que ambos candidatos emitieron su voto acompañados de sus familias, también observé la interacción de ambos con la prensa y el comportamiento de los compañeros de los medios de comunicación durante la cobertura.
Me llamó la atención y mucho, que a José Antonio Meade muchos periodistas le aplaudieron y le hablaban con familiaridad: “¡Pepe, Pepe, aquí, foto por favor, Pepe!”, entre otras cosas.
No vi lo mismo de parte de la prensa que cubrió el voto de AMLO.
No especulo sobre los motivos de esta diferencia, pero la hago notar.
También hago notar otra diferencia: AMLO habló muy brevemente con la prensa cuando llegó a la casilla y aunque estuvo frente a nosotros hora y media (prácticamente sepultado por reporteros y contra las rejas cerradas de la Conagua, pobre) se mantuvo reservado.
Las declaraciones de AMLO al llegar a la casilla fueron para comentar el sentido de su voto, el cual ya había dado a conocer con antelación: votaría por Rosario Ibarra de Piedra, como “homenaje” para esta luchadora social.
El voto de AMLO no pudo ser presenciado directamente por la prensa, ya que las rejas de la casilla permanecieron cerradas para nosotros. Sólo se abrieron para dejarlo pasar a él, a su familia y algunos miembros de su comitiva. En el caso de AMLO, el trabajo de la prensa fue difícil, arduo y tuvo momentos de peligro de caídas para los reporteros y la gente que esperaba entrar para votar.
Al momento de retirarse, AMLO, su esposa y su hijo tuvieron que luchar verdaderamente para abrirse paso entre los periodistas. Seguramente agotados por la larga espera, ya no se detuvieron demasiado a hablar con la prensa. AMLO declaró:
“Es un día histórico, el pueblo de México hoy va a decidir libremente quién lo debe encabezar los próximos seis años. Nosotros representamos la posibilidad de un cambio verdadero. Más que una elección será un referéndum. Nosotros pensamos que la gente nos va a dar su apoyo”.
El semblante de López Obrador era de enorme cansancio y el de su pequeño hijo, de temor por los forcejeos para poder llegar al vehículo.
Por su parte, José Antonio Meade llegó a la casilla cuando ya estaba abierta y en pleno funcionamiento. La prensa ya estaba adentro y antes de votar, el candidato posó para la foto. El ambiente era de comodidad, era posible circular. A ello contribuía totalmente que las instalaciones eran espaciosas.
Luego de posar, Meade, su esposa y su hijo mayor emitieron su voto entre sonrisas y aplausos y después accedió a hablar con la prensa en tres momentos más. Su esposa e hijos también interactuaron con los periodistas.
La cantidad de periodistas en uno y otro caso era similar. Calculo más de 100 comunicadores en cada uno, de radio, televisión y medios digitales.
Ahora las coincidencias: ambos candidatos se retiraron entre gritos de apoyo de parte de sus simpatizantes tras emitir su voto. A AMLO le gritaron “¡Presidente, presidente! ¡Vamos a ganar!” y a Meade “¡Pepe presidente, Pepe presidente!”.
En ambos casos, la prensa causó molestia. En la casilla de AMLO, la gente se quejó de que los reporteros estorbaban su libre acceso a la casilla (y sí, pero qué nos quedaba). Hubo un conato de pleito, gente que exigía que nos fuéramos y nos llamó “prensa vendida”.
Una mujer de unos 60 años se molestó con esta reportera por grabar
En la casilla de Meade dos funcionarias de casilla exclamaron “Ay, ya que se vayan los periodistas, por favor”. (Y sí, pisoteamos el pasto y hasta las callamos para poder oír al candidato).
Tras la salida de los candidatos, todos los periodistas nos marchamos para continuar la jornada informativa de este día, que aún tiene mucho por delante.