Las protestas de trabajadores del Poder Judicial de la Federación llegaron hasta la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): los empleados de este órgano se manifestaron contra la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que la sesión del máximo tribunal fue suspendida en solidaridad por mayoría de votos de los ministros.
Después de la aprobación por la coalición oficialista en comisiones del dictamen de reforma judicial, este martes la inconformidad de los trabajadores de la Suprema Corte se expresó en su sede principal, en cuyos pasillos se colocaron para expresar su desacuerdo ante el paso de los ministros, quienes sesionarían.
Así, los trabajadores formaron vallas a lo largo del pasillo que lleva hacia el salón de sesiones y por donde tenían que pasar los ministros, para lo cual se armaron con cartulinas en las que exigían solidaridad en la lucha contra la reforma judicial y hasta una bandera nacional.
Allí, el paso de Norma Piña Hernández, ministra presidenta, contra la que apenas horas antes López Obrador había sugerido juicio político, fue casi apoteósico: hizo el recorrido entre los empleados entre abrazos, palmadas y gritos de apoyo: “¡No estás sola!”, coreaban los empleados, e incluso “¡Piña, Piña!”.
Por el contrario, según se afirmó en diversos medios, la autodenominada “ministra del pueblo”, Lenia Batres (quien en las última semana ha experimentado el repudio en varias ocasiones), prefirió no presentarse en las instalaciones de la SCJN. Por su parte, Loretta Ortiz Ahlf, quien el fin de semana hizo más pública que nunca su militancia en la llamada “cuarta transformación” y su devoción por el mandatario macuspano, fue recibida con pancartas de rechazo a su posición: “Se trataba de proteger la Constitución, no al presidente”. El recorrido de otra de las ministras obradoristas, Yasmín Esquivel Mossa (quien todavía tiene pendientes varios procesos sobre el plagio de su tesis de licenciatura), tampoco fue agradable.
En su paso por las escalinatas rumbo al salón de Plenos, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Javier Laynez Potisek dijeron estar con los trabajadores, Luis María Aguilar Morales agradeció el respaldo, mientras que Jorge Mario Pardo Rebolledo levantaba sus pulgares para expresar su aprobación a la protesta.
Como incidente, cabe mencionar que el coordinador de la ponencia de Batres, Netzai Sandoval Ballesteros, hermano de Irma Eréndira (quien fue defenestrada como secretaria de la Función Pública en el actual gobierno) y del diputado morenista Pablo Amílcar, salió de su oficina a provocar a los trabajadores que se encontraban alineados en espera del paso de los ministros: “¿Quieren unas sillas?”, les preguntó, tras lo cual huyó a su cubículo.
La entrada a la ponencia de “la ministra del pueblo” terminó por ser una suerte de tendedero de pancartas: “La falta de preparación también es corrupción”, “Sin colores sin partido, la justicia se ha impartido”, “La justicia no se vota”, “El ministro imparcial es de carrera judicial”, “Reforma judicial igual a retroceso nacional” y “La autonomía no es una tómbola” se leía en las cartulinas.
Al inicio de la sesión ordinaria pública del tribunal constitucional, en el contexto de la protesta de los trabajadores de la SCJN, Piña Hernández sometió a votación suspenderla en un acto de solidaridad “que los trabajadores nos están solicitando”.
Votaron a favor de la solidaridad con los trabajadores los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Pardo Rebolledo, Margarita Ríos Farjat, Laynez Potisek, Alberto Pérez Dayán, Aguilar Morales y la ministra presidenta.
En contra se manifestaron González Alcántara Carrancá (quien antes, como arriba se reseña, de palabra había manifestado su solidaridad; en la votación ya no) y las obradoristas Ortiz Ahlf y Esquivel Mossa.
Y la sesión se detuvo.
Para finalizar la protesta, los trabajadores se reunieron en la llamada “Sala Murales” para lanzar varios “¡Viva México!”, “¡Viva el Poder Judicial!” y corear la consigna “¡Se ve, se siente, la Corte está presente!”. Finalizaron entonando el himno nacional.