Durante el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la industria automotriz, una de las más importantes impulsoras de la economía, registró su mayor caída desde la crisis de 2009, puesto que se redujo 7.7% con respecto a 2018.
Esta caída en las ventas de automóviles en el país forma parte del nulo crecimiento económico registrado el año pasado, junto con la fuerte contracción en la industria de la construcción, (otro de los pilares) y la severa restricción del gasto público, por causa de la llamada “austeridad republicana”, que además de reducir drásticamente las compras del gobierno, también llevó al despido de miles de empleados del sector público.
Según especialistas del sector, esta caída estuvo motivada por el estancamiento de la economía, la contracción en la generación de empleos y el aumento en la inseguridad. Cabe señalar que 2019 es el año más violento en la historia del país.
De acuerdo con cifras reveladas este martes por el Inegi, en 2019 se adquirieron millón 317 mil 727 vehículos nuevos, 7.7% menos que 2018, siendo el tercer año consecutivo en que disminuye la comercialización de autos nuevos. Es también el volumen más bajo desplazado por la industria en cinco años.
La expectativa para 2020 no es muy optimista, según el director de AMDA, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, Guillermo Rosales, citado por el diario El Financiero.
“La expectativa para 2020 se sigue ubicando en terreno negativo, estimándose que pueda ocurrir una caída cercana al 2 % durante el 2020 en el número de vehículos nuevos comercializados en México”, dijo.
Manifestó que el gobierno federal debe ofrecer acciones de impulso al sector, elaboradas juntamente con empresarios del área. Ello, debido a que la industria automotriz es central en la generación de empleo y tiene fuerte impacto en otras áreas de la economía.
Asimismo, reconoció que la decisión del presidente López Obrador de controlar la entrada de autos usados provenientes de Estados Unidos es de ayuda para la industria en México.
“Reconocemos la decisión del presidente López Obrador de prorrogar el Decreto que regula la importación definitiva de vehículos usados durante el 2020 debido a que con ello se mantendrá un control en el flujo de automotores usados provenientes de Estados Unidos, generalmente en condiciones de deterioro extremo que condicionan precios por debajo del valor comercial y deprimen el mercado nacional”.
Según los datos oficiales, las marcas más afectadas en ventas durante el año anterior fueron Ford, que cayó 16.3%; Chrysler, con 14.2%; Nissan, 14.1%, Honda, 12.9% y General Motors 10.2%.
Y, aunque en general el sector retrocedió, hubo marcas que crecieron, como Renaul, Suzuki, Mazda y Peugeot.
